El drenaje linfático manual (DLM) actúa sobre el sistema linfático, que va paralelo a las venas ya que es un sistema de reabsorción de líquido sobrante y de desechos.
«Eficaz como coadyuvante en dietas para pérdida de peso, en el cuidado de la embarazada y en quemaduras desde primer a tercer grado»
Además de los vasos linfáticos también hay órganos linfáticos formando parte de este sistema (como los famosos ganglios linfáticos), qué son los encargados de crear los linfocitos unas células esenciales para la defensa de nuestro cuerpo. La linfa es el líquido que transporta todo este sistema, y se mueve gracias a factores intrínsecos propios de las estructuras y a factores extrínsecos, en los que se actúa con el DLM.
El DLM puede actuar sobre cualquier patología del sistema linfático, tanto sobre los linfedemas (muchas veces son secuelas de la extirpación de ganglios tras el cáncer de mama), los edemas linfodinámicos, en pesadez de piernas o en acumulaciones de líquido limitadas a una zona (por ejemplo, las piernas o los brazos). También es eficaz como coadyuvante en dietas para pérdida de peso, en el cuidado de la embarazada y en quemaduras desde primer a tercer grado.
Es una técnica completamente indolora que se aplica siempre sin crema porque el objetivo es movilizar la piel, no resbalar sobre ella. El ritmo debe ser pausado y repetitivo para mejorar la circulación de la linfa, además de ir siempre en dirección a los ganglios para aumentar el filtrado.
Los efectos obtenidos serán el drenaje del líquido intersticial, efecto sobre el sistema neurológico (mejorando la tolerancia al dolor), sobre la musculatura (induce a la relajación) y sobre el propio sistema inmune.
A pesar de que el DLM tiene numerosas indicaciones, es importante conocer las contraindicaciones absolutas: procesos cancerígenos activos, infecciones agudas, trombosis, flebitis, descompensación cardíaca, tromboflebitis…
Si aún no te has animado a probarlo, te esperamos de lunes a viernes en Clínica Novaljarafe.