RECOMENDACIONES EN CALZADO INFANTIL
A diario, los padres en consulta preguntan sobre recomendaciones podológicas para sus hijos. Una de las más frecuentes es la relacionada con el calzado infantil, y que tipo de zapato es el que aconsejamos que utilicen. En primer lugar esto va a depender en gran medida de la edad del niño. Durante los primeros meses de vida, el calzado tiene el fin de protección al frio, humedad o golpes, es por ello que se recomiende calzado tipo patucos, que sea ancho, de material flexible, y con suela 2-3 mm.
En relación a estos primeros meses de vida, y dada la importancia del gateo, para un posterior desarrollo de las estructuras anatómicas, se desaconseja el uso de andadores o los comúnmente conocidos como “tacatacas”. El niño debe aprender a andar solo, sin ayudas externas.
Cuando el niño comience el periodo de adquisición de la marcha (1,5-3 años) se recomienda que el calzado sea ligero, permitiéndolo obtener estímulos sensitivos que le ayuden en el equilibrio. Esta es la época de mayor crecimiento del pie. Durante estos primeros años también resulta muy beneficiosos el andar por terrenos irregulares descalzo (tipo arena de playa o césped).
Con la maduración de la marcha (4-7 años) el calzado debe incorporar elementos que ayuden a proteger el pie, para evitar deformaciones. Debemos de tener en cuenta la presencia de contrafuertes o la zona de flexión del calzado que se dará nivel metatarsal (por detrás de los dedos).
A partir de los 7-14 años con la actividad escolar, y el aumento de la actividad física el calzado comenzará a parecerse más al del adulto. Es también a partir de esta edad cuando aparecen más diferencia fisiológicas entre el pie de niños y niñas.
Como normas generales a tener en cuenta respecto al calzado:
- Revisar la talla del pie de los niños con frecuencia, teniendo en cuenta que debe sobrar entre 1-1,5 cm, que sea holgado y permita el movimiento libre de los dedos. Esto es fundamental, ya que el pie se encuentra en crecimiento, y un calzado pequeño impide dicho crecimiento.
- Se recomienda el uso de calzado de material noble como el cuero para favorecer la transpiración.
- El uso de calzado deportivo, no debe ser continuo. Por lo general, suele transpirar menos, favoreciendo a una mayor sudoración, dando lugar a problemas como bromohidrosis (olor de pies), pie de atleta, eccemas, etc. Ejemplo de calzado deportivo para actividad física en niños
- Es muy común, que los niños utilicen el calzado de fútbol, por lo que es importante aconsejar, que es un tipo de calzado muy específico para el deporte al que va destinado, y no es el más fisiológico para el uso diario. Por descontado queda que se debe evitar para el uso diario, el uso de tacos o multitacos. El calzado de futbol, solo para jugar al futbol.
- En el caso de las niñas también es frecuente el uso de las conocidas como “manoletinas”. Este tipo de zapato tan extendido tanto en niñas como en mujeres no es un modelo de calzado aconsejable, debido a no poseer elementos que permitan la flexión exclusiva en zona metatarsal, falta de contrafuertes o presentar una suela suela excesivamente delgada.
- La presencia de contrafuertes a partir de la época de maduración de la marcha (4 años) es de importancia para evitar el exceso de pronación de los pies (“vuelca el pie hacia dentro”).
- El dibujo de la suela también es importante favoreciendo a un mejor agarre en el suelo dependiendo al terreno de uso al que vaya destinado. La suela del tacón debe ser recta evitando la presencia del “tacón de Thomas”, que modificaría el patrón torsional de la marcha.
- Durante los primeros pasos y la posterior adaptación a la marcha se deben evitar los calzados de suela excesivamente gruesa, pues favorecen a la perdida de estímulos sensitivos en el pie. Del mismo modo, es muy beneficioso el que los niños caminen descalzos, pues favorece al correcto desarrollo musculo esquelético tanto de pies como de extremidad inferior.
- El calzado es único e intransferible. Cuando caminamos el calzado se adapta en menor o mayor medida a nuestra forma de pisar, por lo que alteraciones en la forma de pisar pueden generar daños al que los utilice.
Juan Agustín Martín Jiménez